martes, 27 de abril de 2010

EL MARQUÉS de CASTRELOS

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HISTORIA EXTRAÍDA DE LA OBRA:
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¿OTRO NUEVO “roce de las alas”…?

de

AS NOITES NEGRAS

do

MUSEO MUNICIPAL DE VIGO
“Quiñones de León”

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Escena 5ª:
Historia del Marqués de Alcedo y El Pazo Quiñones de León.

.....En el despacho está el Marqués, mirando por la ventana, de espaldas…


Mayordomo: Señor Marqués… ¿Está usted bien?

......El señor no contesta…

Mayordomo: ¡Don Fernando…! ¿Qué le pasa? ¿Qué está haciendo…?

......El señor se da lentamente la vuelta y muy serio y solemne…

Marqués: Protegerlos, Evaristo. ¡Protegerlos…!

Mayordomo: ¿A nuestros visitantes…?
.........(El marqués asiente con la cabeza)
Señor… ¿sabe lo de las reapariciones de las “cosas extrañas”…?

......El señor asiente nuevamente con la cabeza…

Marqués: Sí… lo se. Pero ahora no es el momento, Evaristo…
Tenemos invitados y debemos enseñarles nuestra casa.
Aunque si ustedes quieren ver bien mi casa, yo les invito a que vengan más tranquilamente en otro momento... aunque no esté yo…
Como saben hoy están sucediendo cosas… oscuras…, negras… como la noche…
…COMO LAS NOCHES NEGRAS…
Discúlpenme, pero ya que están aquí voy a intentar distraerles y hacer que olviden esta mala… “experiencia”. Voy a contarles un poco… como fue mi vida y como esta casa se convirtió en el MUSEO de todos los vigueses y viguesas, que hoy lleva el nombre de MUSEO MUNICIPAL DE VIGO “QUIÑONES DE LEÓN”.

Marqués: Me presentaré: Soy Fernando Quiñones de León, Marqués de Alcedo
y Grande de España, antiguo dueño de todas estas propiedades…
(Se presenta con firmeza y orgullo)
Se encuentran Vds. en… mi obra convertida hoy en museo.
Pero no siempre fue como ustedes lo conocen ahora y desde luego, ni se imaginarían como era antes… (otra vez el toque de orgullo)
Allá por el Siglo XVII, el hidalgo JUAN DE TAVARES, un… terrateniente, (entre dientes) que claro está, no conocí personalmente, pero al que supongo no demasiado refinado, era dueño de la que se conocía como TORRE LAVANDEIRA, construida sobre estos terrenos, y que desgraciadamente... (con sorna) fue incendiada, o se cayó de vieja, creo recordar en una reyerta por los enfrentamientos fronterizos que había con Portugal.

.....(Frunciendo el ceño, con altanero desprecio)

Pues bien, tras la ruina de la Torre Lavandeira, por el motivo que fuese, el
SR. BENITO TAVARES ordenó edificar en 1670 un pazo, este en el que nos hallamos, aunque muy reformado por mí y por mi hijo…, que del caserón rural que nos dejaron hicimos… un verdadero palacio…
(sonríe sarcásticamente)

Aquel pazo de los Tavares era una construcción de una sola planta y una sola torre a la izquierda, muy alejada de su configuración actual sin fuentes ni jardines, y todavía destinada a labores agrícolas. Imagínense todo este paraje lleno de huertos y animales de granja... Incluso caballos… que todavía perduran en el escudo del pazo…

Este primer pazo de Castrelos pasó de generación en generación, hasta los “Marqueses de Valladares”, allá por el siglo XIX, que fueron los antepasados de...
.....Con voz firme y anunciadora…

…Mª. DE LOS MILAGROS ELDUAYEN, Marquesa de Mos y Valladares… y mi difunta esposa… (como si fuese otro título más… y asiente con la cabeza)
.....(Suspira)
Milagros...
.....(Dirigiendo la mirada al cielo)
…que poco tiempo permaneciste entre nosotros…
(Se sienta en la silla de la mesa, cabizbajo… Vuelve a dirigirse al público, reanudando su discurso)

Sí, ella fue la elegida: me casé enamorado y feliz…
Concentramos nuestros esfuerzos en mejorar el Pazo y no desatendimos las obligaciones familiares… Así nació nuestro hijo…
FERNANDO QUIÑÓNES ELDUAYEN… IX Marqués de Valladares.
El niño nació bien, pero desgraciadamente... (apesadumbrado) Milagros nos dejó en aquel difícil parto…

Cuando Milagros se fue, no les voy a engañar, saboreé y disfruté la vida y sus cosas bellas…
También ahora saboreo la muerte… (como quien no quiere la cosa, continua)
He recorrido medio mundo… y por supuesto, toda Europa… He tenido casas en Roma (en Palacio Barberini), en París, en Biarritz ...

Por mi nobleza y alta cultura… ¡soy un hombre de mundo!, decidí darle otro aire, más… afín a mis gustos, a aquel caserón rural que mi mujer heredó y ambos acometimos muchas reformas, que costaron muchos reales, para hacer del pazo un auténtico palacio a la altura de nuestra posición…

Así, ordené añadir una segunda torre paralela a la que ya existía, una segunda planta para el servicio, una recoleta capilla, y… ¡cómo no…! mandé sacar de mi vista esas… huertas y animales...
En su lugar diseñamos este fantástico palacio-castillo con sus almenas, sus garitas (con un oso disecado dentro), su foso, su puente levadizo, y, como no, los escudos familiares… ¡Todo lo verán lleno de los escudos familiares…! ¡Y encargué nuestros JARDINES a una empresa… portuguesa!
Creo que siempre deberé estar agradecido al mundo Luso... Gracias a su… “incendió” desapareció la Torre Lavandeira, se construyó el Pazo que heredó Milagros, y se han hecho posibles estos jardines:
- el Inglés o “la Pradería del té”,
- el Francés, con su barroco laberinto,
- la Rosaleda…

Me imagino que todos los conocen… Y si no lo han hecho... visítenlos, disfrútenlos, huélanlos… No se arrepentirán.
Se levanta de la silla…
Admírense con mis exóticas plantas ornamentales, nuestra prestigiosa Camelia francesa, con fama reconocida desde hace más de 200 años, los tulipanes de Virginia...
y ya me contarán que les parece las magníficas esculturas que engalanan mis jardines...
.....(Con orgullo)
............Se hace un silencio…
Mayordomo: ¡Preciosas Señor! Siempre me acuerdo de su hijo jugando con ellas…

Marqués: Mi hijo Fernando disfrutó de una feliz infancia y juventud. Fue Agregado de la Embajada de España en Londres, se casó, joven, con una refinada dama inglesa, la SRA. DOÑA MARIANA CRISTINA DE MONTENACH SAINT GEORGES WHITE.
Tras su matrimonio yo me fui de la casa y ellos fijaron su residencia en el Pazo.
En Vigo existía una notable colonia de ingleses, por aquello del Cable inglés, y Mariana se sentía a sus anchas...

Influenciado por su esposa, Fernando decidió darle al Pazo un estilo más british, más británico, mucha madera y poca piedra… Panelaron las paredes de madera (estilo Eduardiano), construyeron las fantásticas escaleras en roble americano; y además trajeron todos los anexos y modernidades del siglo XX a la casa:

- Al fondo del jardín, la pista de tenis: ese deporte nuevo que acababa de llegar de Inglaterra .
- Las cocheras (donde están hoy las oficinas del museo),
- Trajeron además electricidad a toda la casa. Sin duda, fue una de las primeras de la ciudad que tuvo luz eléctrica; e instalaron bombas y conducciones para asegurarse de que todo el pazo dispusiera de agua corriente... (irónico)
Solo les faltó el ascensor.... (triste) pero no les dio tiempo…

… En 1918, como consecuencia de la mayor epidemia de gripe de todos los tiempos,
(con tristeza) fallece mi hijo..., que descansa aquí al lado… en el cementerio de Pereiró…
Y al no tener descendientes (mosqueado) Mariana, yo me convertí en el heredero de mi hijo... y recibí nuevamente el Pazo... Créanme que tenía pocas ganas de asentarme aquí... Sólo me traía malos recuerdos y además... yo tenía ya mi vida fuera y para que quería otra vez la casa… y con mi nuera dentro...

¡Ja, le faltó tiempo para casarse de nuevo con un tal CECIL… ALLANDSON, un apuesto militar escocés…! Ella y su “segundo marido”... continuaron disfrutando del Pazo... Recuerdo que hasta el mismísimo rey Alfonso XIII y su esposa Victoria Eugenia, amigos míos, vinieron a visitarles en 1927…
Así que ya entenderán que cuando el AYUNTAMIENTO DE VIGO me pidió el pazo para hacer el museo de la ciudad pues... no lo dudé ni un momento.
Mariana... (hace el gesto de adiós con la mano...)

(Solemne)

En París, el 12 de diciembre de 1924, Yo, EL EXCMO. SR. DON FERNANDO QUIÑONES DE LEÓN Y DE FRANCISCO-MARÍN, MARQUÉS DE ALCEDO Y SAN CARLOS, Y GRANDE DE ESPAÑA, acuerdo donar el Pazo de Castrelos y sus Jardines a la CIUDAD DE VIGO, bajo tres únicas condiciones:
- que la casa fuese destinada a Museo.
- que siempre perteneciese al Dominio Público y nunca pasase a manos privadas,
- e… indiscutiblemente, siempre llevase mi apellido “Quiñones de León”.


Esto fue en 1924. Pero el ayuntamiento no pudo desembarazarse de Mariana en ese momento. Sé, incluso, que tuvo que pagarle para que se fuera… y se fue, sí se fue… ¡pero diez años más tarde, en 1934…!
Y se llevó todo, dejó el pazo completamente vacío...
Sólo quedó la lámpara, la fantástica lámpara de cristal de Murano que ya habrán visto… y seguramente… porque no pudo llevársela…

Obsequios, donaciones, compras... El Ayuntamiento de Vigo poco a poco consiguió ir llenando de nuevo el pazo. Resaltar la labor del, entonces, Subdirector del Museo del Prado, el Sr. Sánchez Cantón, que hizo un importante depósito de cuadros de aquel museo a este; y, por supuesto la de D. Policarpo Sanz, hombre adinerado y de buen gusto, que adquirió muchas y valiosas obras de arte y que posteriormente donó, al no tener descendencia, al Ayuntamiento de Vigo, donde se había criado.

Con estas obras y colecciones, el museo preparó su inauguración para... el verano del 36... ¡Ah, el verano del 36 y esa horrible contienda...!
El museo no pudo abrir sus puertas hasta el 22 de julio de 1937, en plena Guerra Civil española… Menudo ambiente… ¿no?

Y hasta hoy… Han pasado ya más de setenta años… ¡Y bien hermoso y desconocido que se mantiene…!
Definitivamente, les invitó a volver con calma… y yo mismo, si me encuentro por aquí, podría enseñárselo con gusto...
…Otro día…
.....(Horrorizado)
Un día en el que no vaya a ocurrir un… “roce de alas”

Mayordomo: Señor… no se preocupe. Están bien protegidos…

Marqués: ¿Tú crees mi fiel Evaristo…? ¿Tú crees…?

Mayordomo: Estoy seguro Señor… En todos estos años que llevamos mi mujer Rosalía y yo cuidando del Pazo mientras usted vaga por el mundo, nunca se ha marchado nadie que no haya querido… Pero si alguien quiere, como seguramente Juan, ya sabe que es prácticamente imposible detenerlo…

Marqués: Lo se, Evaristo. Lo se… Pero… ¿Por qué unos escogemos el Bien y otros escogen el Mal…? ¿Por qué se sienten tan atraídos por el “otro lado”, por el “lado oscuro”, como para perder incluso lo más importante que tienen que es su vida…?

Mayordomo: No lo se Señor, pero es una pena… Y no le dé más vueltas y esté tranquilo… Yo seguiré guiando a nuestros amables invitados en su visita.

Marqués: Muchas gracias Evaristo.

Mayordomo: De nada Señor… Siempre encantado de servir a un “alma errante tan buena” como la suya…

El Señor le sonríe apesadumbradamente… y el mayordomo se dirige ahora al público.

Mayordomo: Señores y señoras, síganme, si son tan amables…

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(Pasa a Escena 6ª...)

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OBRA REGISTRADA:
- Miembro de la Sociedad General de Autores y Editores
( S.G.A.E., nº de cod. 100.005 )
- Asoc. Cult. de Teatro “ROCE”
( -2005/008682-1 (SC)- del Rexistro Central de Asociacións)

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